viernes, 30 de enero de 2009

La fiesta de "La Candelaria" en la aldea de "El Rocío" una experiencia de Paco Colón y Brenda Cantalejo

Historia de la Fiesta

A mediados del siglo V esta fiesta se conocía como "La Candelaria" o "Fiesta de las Luces". La Virgen María ha dado luz a la Luz del Mundo, Jesucristo y en esta fiesta El se manifiesta a Simeón y Ana.

Hasta el siglo VI se celebraba a los cuarenta días de la Epifanía, el 15 de febrero. Ahora se celebra el 2 de febrero, por ser a los cuarenta días de la Navidad.

De origen oriental, esta fiesta no se introdujo en la liturgia del Occidente hasta el siglo VII. Al final de este siglo ya estaba extendida en toda Roma y en casi todo Occidente. En un principio, al igual que en Oriente, se celebraba la Presentación de Jesús más que la Purificación de María.

El Concilio Vaticano II restaura esta fiesta a su origen primariamente Cristológico, celebrándose como la Presentación de Jesús en el Templo.

Purificación de María: Como era costumbre, María , su madre, se sometió a la vez al rito de la purificación ( Cf. Lev. 12, 6-8).

Procesión con las candelas, "Candelaria" "luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel" (Lc 2,32). La procesión con velas nos recuerda que La Virgen da Luz a Jesucristo, Luz del Mundo, quien se manifiesta a su pueblo por medio de Simeón y Ana.

Presentación: Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al Niño al Templo, a fin de presentarlo al Señor, según la ley de Moisés ( Cf. Ex 13, 11-13).

Fuente: http://www.corazones.org y http://www.rocio.com/index.php?contenido=403

La fiesta de La Candelaria en EL ROCÍO

Os voy hablar de mi último viaje a El Rocío, fue un viaje inolvidable, el mejor sin duda hasta ahora.

Bueno, yo me fui para El Rocío el martes 20 de enero de 2009 y regresé el domingo 25. Iba con 19 personas más de Paterna. El Rocío es una pequeña aldea que está situado cerca de Almonte (Huelva).

Cuando llegué allí lo primero que hice fue buscar la casa donde me tenía que quedar alojado, una vez que encontré la casa, entré en mi habitación y solté mis maletas y arreglé la habitación, lo dejé todo en orden y preparado para la semana que iba a estar allí.

Cuando tenía todo arreglado fui a visitar a la Virgen del Rocío en su ermita. Cuando regresé a la casa preparé los caballos, cuando ya estaban preparados cené y me fui a dar un paseo a caballo de noche, estuve toda la noche montando y visitando todo El Rocío.

A la mañana siguiente cuando me levanté, desayuné, me duché, me vestí y preparé los caballos; le limpié las cuadras, les di de comer y de beber, les puse las monturas y salí a caballo a visitar de nueva la ermita y para ver las marismas, donde se encontraban las yeguas comiendo mientras la marea se encontraba baja.

Después de comer descansé un poco y cuando me levanté de nuevo me fui en un coche de caballos a visitar otras casas y a conocer gente nueva, estuve toda la tarde-noche fuera de mi casa, en otras casas de gente que había conocido.

El miércoles me levanté temprano para limpiar la casa e irme con los caballos a hacer una acampada en medio del campo, para allí comer y echar toda la tarde.

Por las noches siempre estaba fuera de mi casa, estaba en otras casas donde había mucha gente cantando, bailando y disfrutando mucho.

El jueves durante la mañana no pude salir porque el tiempo no lo permitió pero me quedé con el resto de la gente en el calor de la chimenea, hablando, cantando, bailando… En la noche del jueves dejó de llover y ya pude salir de nuevo a caballo, estuve en un púb de marcha cerca de la carretera.

El viernes hice lo mismo que el resto de los días, conocí a mucha gente mientras estaba visitando la aldea, gente de Fuengirola, de Jerez, de Sevilla, de Málaga… de muchos lugares de Andalucía y también de fuera.

El sábado había una romería donde se agrupaban un centenar de personas celebrando “las candelarias” en honor todo a la Virgen del Rocío. En la romería la gente estaba haciendo barbacoas, cantando, bailando… también puedes encontrar muchas personas famosas que también habían ido a esta fiesta.

La noche del sábado estuve en una casa de paisanos de Paterna, donde nos invitaron y nos quedamos toda la noche bailando, cantando…

Y llegó el domingo, tenía que volver a Paterna y yo no quería, pero tenía que volver, hice las maletas, limpiamos toda la casa y recogimos todo y ya regresamos a nuestro pueblo.

Como podéis ver es un viaje donde se canta mucho, se baila y se disfruta mucho también y sobre todo donde conoces mucha gente buena que te abren las puertas de sus casas desde el primer día, todo ello impregnado por la religiosidad y devoción hacia la Virgen.

Este viaje nunca lo olvidaré y por supuesto si el año que viene puedo, volveré al Rocío sin pensarlo dos veces.

Un saludo,

Paco.

¡Hola a todos! El viernes pasado mis compañeros realizaron en mi instituto una exposición de la Performance… Yo no pude hacerla con ellos, ya que estaba de viaje en la aldea de "El Rocío". Por tanto voy a contaros mi experiencia allí, que seguramente será algo nuevo para vosotros.


Pues bien, El Rocío es una aldea en la que se encuentra una de las vírgenes con más hermandades; La Virgen del Rocío. Allí se encuentra una ermita preciosa, en la que está la virgen a la que van a visitar todos los rocieros que se acercan allí. Esta ermita está justo al lado de las marismas, en las que están sueltos los caballos y las yeguas marismeñas.


En El Rocío se celebran muchas romerías a lo largo del año, en este mes se celebró la romería de La Candelaria, que fue en la semana del 19 al 25 de enero. Yo me fui para allá el jueves 22 hasta el domingo 25.


Salimos de Paterna a las 9 de la mañana, y llegamos a Huelva sobre las 12 del medio día. Allí la gente alquila casas en grupos, las mujeres suelen quedarse todas en una habitación y los hombres en otra. En el patio de las casas están las cuadras. En el de mi casa, había unos 5 o 6 caballos y dos mulas, que tiraban de un carro de enganches.


En mi habitación dormí con 6 mujeres más, y en el otro cuarto 4 hombres, la casa también tenia un porche que daba a la calle por donde iban paseando a todas horas caballos, carros y muchísima gente paseando por las arenas, más o menos así era mi casa.

Cuando llegamos el jueves fuimos a dejar las maletas y a almorzar a un restaurante de la aldea. Luego llevamos los caballos para nuestra casa y en cuestión de media hora ¡ya estábamos encima! Fuimos a la ermita a ver a la Virgen y a partir de entonces, empezamos a beber y comer en una casa y otra... y así nos dieron las 5 y media de la mañana montando a caballo, ese día nos acostamos tempranito porque íbamos bastante cansados del viaje.

El viernes a las 10 ¡ya estábamos de nuevo despiertos! Desayunamos, nos duchamos y preparamos de nuevo los caballos. Salimos con ellos a dar un paseito antes de comer, almorzamos y seguimos con los caballos. Luego cogimos el carro con las mulas… dios mio que peligro más grande… ¡increíble! jajaja. Lo pasamos en grande. Por la noche volvimos a salir a caballo, visitando una y otra casa… La gente no paraba de cantar y bailar por todos sitios, los bares llenos de gente cantando… ¡un ambiente estupendo! Ese día fue verdaderamente inolvidable…lleno de buenos recuerdos y ratos divertidísimos. Apenas dormimos…no había tiem

po que perder, era ya sábado y teníamos que vivirlo a tope.

Pues bien, el sábado por la mañana llegaron mis padres…se supone que entonces me debía comportar un poquito más…pero claro…solo se suponía…jaja. Fue el mejor día de todos, ese día se celebraba la romería en "La Raya", uno de los caminos del Rocío, increíble la cantidad de carros, caballos espectaculares, gente cantando y bailando que había. El sábado costó muchísimo más levantarse, habiendo dormido 2 horas escasas y con mas alcohol que sangre en el cuerpo…jaja. Pero con una ducha de agua fría se quitó todo y entraron de nuevo las ganas de aprovechar el último día entero que nos quedaba allí. Ese día fuimos a la romería después de comer, ahí no llevaba caballo, me llevó un amigo a la grupa… otro rato buenísimo. Lleno de buen ambiente entre todos y alegría. Más tarde fuimos de nuevo a la ermita a ver a la Virgen y luego a las tiendas que había a su alrededor, ¡que no eran pocas! Todas estaban llenas de trajes de corto, de gitana, arreos para los caballos… ¡mil cosas de ese mundo!


Llegó la noche y La Candelaria se acababa… fuimos a la casa, preparamos de nuevo los caballos y a disfrutar de la última noche en El Rocío. Esa noche fue en la que mas marcha había… conocí a muchos amigos que solo conocía del tuenti, una página de internet, y otros muchos que no veía desde hacia muchísimo tiempo, y me dio una alegría tremenda volver a ver. Casi todos coincidimos en una de las casas que mas ambiente tenía, había gente cantando y bailando hasta en el porche. Amarramos los caballos y entramos… creo que estuvimos horas y horas allí. Luego nos fuimos a un bar, donde recuerdo que incluso me hice amiga de u

nos civiles…jaja cosas del alcohol. Cuando salimos del bar eran las 7 y media de la mañana y había empezado a llover…ya ni el cañero paraba el agua… pero no hubo problema. Nos montamos en los caballos, a galope tendido… y cuando paró despedimos la noche dando un gran paseo por todo El Rocío hasta el amanecer. El problema vino cuando llegué a la casa… ¡todos dormidos y nadie me abría! jaja. Pero la gota que colmó el vaso… fue cuando llegaron mis padres, dicen; ¡mira si brenda ya está lista, vestía y todo!... No, no papá, que todavía no me he acostado…jaja. Era ya de día no recuerdo la hora…


Y llegó el domingo… ¡nadie quería venirse! Con mucha pena hicimos las maletas y de vuelta a Paterna… Pero eso sí, nos trajimos unas Candelarias inolvidables, irrepetibles, inigualables, y por supuesto las ganas y decisión de volver el año que viene sin dudarlo. O quizás antes…jaja.

¡Un beso a todos! Brenda


jueves, 29 de enero de 2009

Las impresiones de José Juan Aparicio sobre la Exposición - Performance


Y bueno, llegó el martes, y el miércoles, y el jueves... y por fin el viernes, el tan esperado día por todos: el día de la performance, que tras semanas de preparación y algunos días de decisiones y ensayo (sobre todo el grupo que la llevaba a cabo), por fin íbamos a realizar.

A pesar de que el día anterior realizamos un "ensayo", disponiéndonos todos en nuestros puestos y demás, ninguno de nosotros sabía como nos iba a salir cuando tuviésemos que "enfrentarnos" a alumnos y compañeros nuestros, algunos mayores y la mayoría menores, ni como íbamos a reaccionar ante esa situación, ya con todo empezado y decidido. ¿Miedo? Ninguno. ¿Nervios? Por mi parte muchos, y creo que por la de los demás también.

Como digo, llegó el viernes por la mañana. Miguel nos había recomendado llegar ese día algo más temprano, para así poder ir preparándonos con tranquilidad y que no se nos echase el toro encima, ya que muchos debíamos de vestirnos, maquillarnos... e incluso peinarnos con tal cantidad de gomina que dudo que pueda superar algún día, ¡menuda masacre!

Y allí estábamos todos, algunos ya vestidos y preparados ya que se encargarían de explicar murales, carteles y fotos; otros tantos poniéndose sus trajes de prisioneros en el campo de concentración y maquillándose, y aquí un servidor colocándose su traje de chaqueta, peinándose como creo que jamás volverá a peinarse y luciendo bigotillo que ni el mismísimo Hitler lo llevaría tan bien recortado (gracias a Inma). Y casi sin darnos cuenta de nada, y ni siquiera casi sin preparar del todo, llegó el momento cumbre: el primer curso estaba preparado en la puerta para entrar y ver que es eso que llevábamos tanto tiempo preparando.

Miguel nos avisó para que nos colocáramos todos en nuestros puestos, y así hicimos, o intentamos hacer: los judíos durmiendo, tapados por 2 o 3 mantas, dentro del campo de concentración; Hitler paseándose por el salón, con mirada altiva y seria, paso firme y pecho fuera; los dos guardas nazis de la puerta vigilando y controlando quien iba a entrar y quién no; los médicos acompañando a Hitler y preparándose para cuando fuese preciso actuar; y el resto de judías, en sus puestos en los carteles, cuadros y vídeos, listas para explicar el contenido de cada uno de ellos.

Y allí que fuimos: los guardas de la puerta (Rosa y Silverio) dejaron entrar al primer grupo de 3 personas a la exposición, que guiándonos según sus caras, y las del resto de visitantes del día, se quedaron algo más que sorprendidos cuando vieron aquello: Hitler paseándose como un loco por un salón, lleno de carteles, fotos y vídeos sobre la II Guerra Mundial, al lado de los cuáles se encontraban jóvenes con la marca de judíos, mientras que en el escenario del salón estaban durmiendo unos 15 pobres que no tenían pinta de andar muy bien. A pesar de aquel panorama y tras la impresión inicial, parecía que a medida que avanzaban, les gustaba más y más.

Poco a poco, el salón fue llenándose de gente muy impresionada por lo que encontraba, escuchando con atención (otros no tanta) lo que les relataban las judías que estaban en cada cartel, mural, cuadro o vídeo, viendo como esos pobres muchachos del escenario seguían durmiendo y como al lado de ellos, se iba paseando un señor con bigote y cara de muy mala leche, sin prestar atención a nada, y que de vez en cuando los "asustaba" soltando alguna frase en voz alta: normal que lo mirasen con cara de "¿pero de dónde te has escapado?". A algunos quizás no les hubiese gustado ir, ya que a todo aquel que tenía pinta de judío, era capturado por los guardas y médicos, llevado al lado de los otros judíos y a veces intimidado por el mismísimo Hitler: lo siento, sé que se pasa mal.

Una vez que los visitantes fueron llegando al final de la exposición, creían que ahí había acabado todo; pero no, faltaba aún lo mejor. Aquellos judíos que estaba dormidos, eran llamados por los médicos para que se levantasen, y poco a poco se iban despertando y desperezándose de su sueño, del que quizás era mejor que no hubiesen despertado. Los visitantes seguían mirando atónitos, viendo que hacían estos prisioneros, y eso que aún no había llegado lo peor. Una vez despiertos, los médicos (Alberto y Laura) se encargaban de llevarles dos ollas con comida, una para los hombres y otra para las mujeres, y las dejaban allí... para que acto seguido, todos los hambrientos judíos se lanzasen a ellas para comer con las manos todo lo que pudiesen, peleándose por la comida, ya que sabían que posiblemente esa fuese la última. Finalmente, y no sin mucho esfuerzo los médicos retiraban las ollas, y mandaban a todos los judíos que se pusiesen en formación, ya que era la hora del reconocimiento médico. Mientras una prisionera (Judith) se encargaba de limpiar el suelo con el cepillo, los médicos iban llamando a algunos de los prisioneros, los cuáles se resistían incondicionalmente a ir, ya que sabían lo que les esperaba si no pasaban el reconocimiento, y algunos de sus compañeros luchaban por ellos. Una vez realizado el reconocimiento, y elegido a los "no válidos", estos eran llevados a las duchas... de gas, donde morirían allí, no sin antes gritar de dolor y sufrimiento.

Yo por mi parte, además de mirar la escena perfectamente realizada, miraba a las caras de los espectadores, y os puedo asegurar que si no todos, la gran mayoría miraban embobados la escena, sorprendidos por lo que estaban viendo. Como no, algunos se reían, pero incluso ellos estaban atónitos con lo que acababan de presenciar, una ínfima parte del horror que podía llegar a ser estar en uno de aquello campos de concentración.

Esperando más, los visitantes se iban dirigiendo para la puerta, no sin antes recoger una Lengua Trapera relacionada con la exposición, y no sin haberse ido con la sensación de que han presenciado algo que quizás ignoraban y era bastante aterrador. Cuando se marchaba algún grupo, teníamos un pequeño descanso el cuál aprovechábamos para relajarnos un poco, pulir algunos detalles (yo por mi parte me dedicaba a ponerme bien los pantalones, que los llevaba a la altura de la rodilla) y compartir las experiencias que íbamos viviendo, con muchas risas.

Y así trascurrió toda la mañana: gente cada vez más impresionada, gritos de un loco por allí y por aquí, profesores atónitos viéndonos metidos en nuestro papel, risas en un lado y en otro, explicaciones de nuestras compañeras sobre los carteles, murales, etc; judíos cada vez más cansados y demacrados, peleando por cualquier resto de comida... y como no, cada vez mayor sensación de estar realizando un gran trabajo, y de tener la satisfacción de que estamos abriéndole a la gente un tema del que quizás no habían oído ni hablar.

Además de alumnos y profesores, también tuvimos la visita del alcalde de nuestro pueblo, don Francisco Carrera, que se quedó bastante impresionado cuando vio que a su llegada, iba a recibirle el mismísimo Adolf Hitler, ¡debería sentirse afortunado! Fuera bromas, a su salida nos dio la enhorabuena y nos felicitó a todos por el gran trabajo que habíamos hecho.

Y así, la mañana llegó a su fin, y con eso nuestra exposición. Justo a las 11, salió por la puerta el último grupo que debía visitarnos, y tras ello, fue como el fin de un proyecto de carrera: un largo tiempo preparándolo, trabajándotelo (que se lo digan a Antonio Jesús y su grupo), y una vez vez entregado, te quedas más que satisfecho, ya que lo has hecho lo mejor que has podido y que le va a gustar, y ha gustado a los demás. Pero ahí no acababa la cosa, ya que después de quitarnos los trajes, el maquillaje, los peinados (¡maldita gomina!), etc; nos tocaba volver a dejar el salón de actos tal y como estaba, así que todos (o casi todos, ya que algunos pensaron que no había que hacer nada) nos pusimos manos a la obra, llevando las cosas a la sala de reuniones, colocando sillas y bancos, quitando cuadros y murales... y con un poco de este y un poco de aquel, en unos 20 minutos tuvimos todo listo, y pudimos disfrutar de ese maravilloso bocadillo de tortilla que tanto nos estaba llamando... y para nuestra desgracia o nuestra satisfacción, ya sí que sí, todo había acabado, la performance había llegado a su fin y ahora solo quedaba disfrutar del trabajo bien hecho.

Yo por mi parte, y creo que hablo en nombre de todos, a pesar del trabajo que nos haya podido suponer el llevarla a cabo, el haber terminado cansados, el calentarnos la cabeza a la hora de prepararla... ha sido una experiencia más que satisfactoria, y que nos ha aportado bastante cosas. Además de, por supuesto, haber aprendido una cantidad bastante extensa de conocimientos sobre la II Guerra Mundial y todo lo relacionado con ello, el llevar a cabo la performance nos ha hecho aprender a trabajar en grupo, a colaborar unos con otros para llevar a buen puerto un mismo objetivo, así como a ser autónomos, valernos por nosotros mismo para hacer las cosas, sin depende de nadie y aprender a desenvolvernos de cara al público, perder esa verguenza que muchas veces nos impide avanzar en ciertos sentidos. Y como no, a uno se le queda la gran satisfacción, cuando ve salir a la gente, que lo que ha hecho ha servido, aunque sea solo un poquito, para hacerle ver a la gente y enseñarles un tema del que quizás habían oído hablar poco o nada, y que seguramente, se interesen algo más por él a partir de hoy.

En cuanto a mis sentimientos personales… ¿qué se puede sentir siendo Hitler? Pues por lo pronto, mucho calor, os lo aseguro: aquel traje de chaqueta era una sauna. Quitando este pequeño contratiempo, la verdad es que una vez que intentas meterte en el papel y lo consigues, el resto va casi rodado: te crees que eres quien eres, que estás por encima de todos y llevar la cara de mala leche y andar con paso altivo te sale sólo… ¡pero yo no soy así! Intenté hacerlo lo mejor posible y creo que lo hice bastante bien, ya que muchos compañeros y profesores me dijeron que llegaba a dar miedo incluido… ¿será que al final sí soy así? ;) Quien necesite un Hitler para lo que sea, aquí me tiene, estaría dispuesto a repetir el papel sin pensármelo dos veces.

Acabando ya, desde aquí darles las gracias a Miguel por haber llevado a cabo la idea del proyecto, a Antonio Jesús y su grupo por llevar a cabo la grandísima parte del trabajo para que todo estuviese en orden y a todos mis compañeros por haberme hecho pasar una de las mejores 3 horas que he pasado en mucho tiempo.

¿Alguien se apunta a repetir? ;)

Sin nada más que contar, que no ha sido poco, me despido por hoy.

No dejéis de visitarnos, la próxima semana, más ;)

¡Un saludo!

Las impresiones de Alberto Sánchez sobre la Exposición - Performance


Hola, os voy a contar mi experiencia en la exposición que realizamos el pasado viernes en el salón de actos durante las tres primeras horas.

En primer lugar os voy a contar lo que se hizo en el salón de actos, días previos a la exposición, unos días antes el grupo encargado del montaje de la exposición por las tardes lo estuvieron montando poco a poco, montando los cuadros, los elementos audiovisuales…, También se acordó lo que se iba a realizar para mostrarle todo los trabajos realizados durante el primer trimestre a los alumnos.

El itinerario para mostrarles a los alumnos la exposición quedo así:
Al empezar el recorrido en la puerta estaría Silverio y Rosa para controlar el acceso que sería de tres en tres y de cada curso ellos elegirían uno para juzgarle como si fuera un judío, luego empezaba la exposición con un panel en el cual estaban reflejados los campos de concentración, luego se pasaba a los dibujos realizados por los alumnos de 4º de E.S.O. de E.P.V. contra la guerra, en tercer lugar otro panel con una explicación general sobre la 2º Guerra Mundial, en cuarto lugar estaba las fotos que realizamos nosotros junto a sus contrarias y un último panel en el cual estaba reflejada la encuesta y el análisis de las películas, cada uno de esos carteles estaba explicado por una alumna, pero claro, no dejándonos detrás la perfomance en el cual unos 20 alumnos participamos en la recreación de un campo de concentración en la cual participábamos de los 20, dos médicos, Hitler y los demás eran judíos del campo de concentración, lo que realizábamos en primer lugar era el despertar de los prisioneros, luego dos médicos le traían la comida, los prisioneros se abalanzaban sobre las dos ollas que se le llevaba, después de comer se les hacia un reconocimiento medicó y eran seleccionados algunos y de esos seleccionados para finalizar se les llevaba a las duchas que en realidad no lo eran ya que eran cámaras de gas donde se les mataba, todo esto se repetía cada 15 minutos.

Ahora bien mi opinión sobre la exposición: que lo que realizamos fue algo muy bueno para los integrantes del centro ya que necesitaban informarse sobre la 2º guerra mundial tras ver los datos obtenidos en la encuesta que no fueron muy buenos.

Mi papel en la perfomance fue de médico, yo al principio ni me imaginaba que al final iba a ser médico bueno ni se me pasó por la cabeza que me iba a vestir, me daba mucha vergüenza, pero días antes a la exposición no sabía que hacer y como tenía una bata en mi casa propuse que yo fuese médico y así fue. En principio pensé que tendría que hacer poco pero cuando Miguel me dijo que tendría que coger gente de los que visitarían la exposición y cogerles y chillarles o pegar chillidos delante de todo el mundo se me quitaron las ganas de ser médico, pero bueno ahora no me arrepiento para nada ya que fue un reto, que desde mi punto de vista superé no tal y como hubiera querido pero me atreví y lo hice.

Llegó el día y bueno como que no me veía yo con mucho ánimos de pegarle chillidos a los visitantes de la exposición, pero no sé… empezaba a llegar gente y yo parecía que no había nadie y lo estuve haciendo como lo planeado, ya me daba igual la gente, solo quería que a los visitantes les gustara, el primer grupo en venir fue 2º de bachillerato del que tenia que coger a un supuesto judío y sentarlo encima del escenario, pero la primera vez no fue nada fácil, uno de ellos se oponía totalmente, le agarramos y empujábamos pero no había forma de subirlo hasta que tuvimos que coger a otro, conforme iba disminuyendo el curso me hacia gracia que cada vez al entrar tenían como miedo, miraban al escenario y entraban muy rápidos para el primer panel como no queriendo saber lo que iba a pasar allí, y otra cosa que no se me olvidará fue cuando cogimos a un alumno de primero de E.S.O. que el pobre tenia una cara de asustado que daba miedo y no paraba de preguntarnos que, que le íbamos hacer, cuando salió por la puerta de detrás iba con una cara de alegría que no podía con ella. Otro punto clave para mi fue cuando me di la vuelta y de repente veo al alcalde, a Juani echándonos fotos, me entraron unos nervios pero pronto se me fueron.

Y para concluir felicitar a todos mis compañeros y a Miguel por lo que hicimos todos, que tanto tiempo nos llevó en el 1º trimestre y por lo que nos dicen, les gustó mucho a todos los profesores, por lo cual nos sentimos orgullosos.

Las impresiones de Cristina Tosso sobre la Exposición-Performance


Cuando comenzó el curso, Miguel nos presentó la idea de hacer una exposición en la que hubiera una representación y nos pareció una buena idea. La hemos trabajado desde comienzo de curso y el viernes pasado pudimos ver los frutos de tanto trabajo y fuimos realizando trabajos acordes con lo que íbamos a ir necesitando.
Mi grupo y el que se encargaba de los trajes de los prisioneros fuimos los responsables de preparar el salón de actos para la exposición. Tuvimos que quedarnos dos tardes para preparar las cosas, una antes de Navidad y otra después, las fotos que aparecían fueron realizadas por los alumnos al igual que algunos carteles que aparecían en la exposición que constaban de fotos e información que habían ido obteniendo mientras que las demás cartulinas fueron hechas por alumnos de 4º de ESO.
Al final no nos resultó tan pesado preparar el salón de actos para el evento como pensábamos, en mas o menos tres horas estaba todo colocado en su sitio y dispuesto a que lo vieran los demás.
El jueves a última hora quedamos los dos cursos con Miguel para terminar de organizarlo todo, repartimos los trabajos, ya todo el mundo sabía lo que tenía que hacer y donde colocarse al día siguiente.
Llegamos a las 8 y cada uno de nosotros era un manojo de nervios, unos se vestían, se colocaban las estrellas que nos identificaban como judíos, cada uno iba tomando sitio y los prisioneros se maquillaban para parecer más demacrados. Hay que decir que el maquillaje estaba bastante conseguido porque les dio unas malas caras que realmente parecía que estaban enfermos.

Mi ocupación era encargarme de que todos los aparatos electrónicos de la sala, que estuvieran funcionando durante las 3 horas que duró la exposición, los televisores, la música y el power point. Un trabajo bastante fácil y que se me hizo bastante aburrido. Tuve la suerte de que terminaran varias cosas a la vez, si estaba poniendo el discurso acababa el vídeo y también el power point, tenia que hacer poco, si, pero de vez en cuando me mareaba tela y mientras no tenia nada que hacer escuchaba a mis compañeras explicar los cuadros hasta el punto en el que hoy soy capaz de decir lo que ellas decían a los alumnos.
La verdad, fue bastante divertido pero sobre todo hay que resaltar el trabajo de mis compañeros que estaban representando el campode prisioneros nazi que atraía la atención de todos los visitantes, me harté de reir cuando los vi abalanzarse sobre las ollas vacías, cualquiera diría que acababan de desayunar (supuestamente), unos encima de otros y tirándose al montón, la compañera que limpiaba ponía una cara de circunstancia que de verdad daba pena, otro compañero se cayó y daba mordiscos de broma a otros compañeros, en fin una exposición de los más completa. ¡Ah! También había dos compañeros en la puerta que elegían a un alumno por grupo que tomaban como prisionero acusándolo de judio y se lo entregaban a los médicos nazis para que luego los metieran en las cámaras de gas. Casi a las 10 y media llegó la visita del alcalde Francisco Carrera que junto a una fotógrafa y un grupo de personas que lo acompañaban recorrieron la exposición y escucharon con interés todo lo que se les explicó.
A las 11 salió el último grupo de 1º de ESO y comenzamos a recogerlo todo, en poco tiempo, recogimos todo aunque algunos compañeros se marcharon y no se quedaron con los demás para recoger.

Ha sido una gran experiencia en la que todos hemos apendido a trabajar en equipo y en el que hemos empleado mucho trabajo y esfuerzo que, aunque no creíamos, vimos recompensado cuando todo hubo acabado y nos llenó la satisfacción ver el resultado de un trabajo bien hecho y en el que cada uno a su manera aportó un poco para hacer de la exposición un éxito para nosotros.

martes, 27 de enero de 2009

Las impresiones de Rocío del Alba Ruiz sobre la Exposición - Performance


Esta semana era esperada por todos por la realización de algo que quedaba por terminar desde el trimestre anterior, como es obvio, hablo de la famosa Performance, que a estas alturas, creo que queda claro qué es y de qué va.
Sí, después de muchos meses en los que nuestro grupo compañero ha planificado como sería, lo que llevaría la exposición y demás, se ha realizado este viernes en nuestro instituto desde las ocho y media de la mañana hasta las once dicho acto.
Aunque como ya he dicho el asunto se llevaba trabajando desde principio de curso, han sido en estas últimas semanas cuando más se ha notado la presión debida a que se acercaba la fecha y muchos, como yo, no teníamos ropa hasta el día antes.
Sería conveniente que explicara previamente las divisiones del acto y los cargos que debíamos ejercer cada uno. El salón de actos se ocupó por completo por carteles explicativos sobre diferentes temas relacionados con la II Guerra Civil, dibujos aportados por los alumnos de Educación Plástica y Visual de 4º de ESO, fotografías reales de los acontecimientos ocurridos y otras realizadas por los alumnos de los dos bachilleratos de primer curso, vídeos sobre el mismo tema, discursos de Hitler y una presentación en PowerPoint.
En cada una de estas partes se situaban alumnos de primero de bachillerato que explicaban a los que visitaron la exposición los carteles, dibujos, películas, fotos, etc. Además, también había otras personas que se ocupaban de controlar los vídeos y la entrada al salón de actos.
Cada persona llevaba asignada una vestimenta especial que caracterizaba su función.
Sería una pérdida de tiempo explicar el desarrollo de cada cosa que estuvo presente en aquella exposición, por una parte porque ya está explicado en los diferentes blogs de los alumnos y, por otro, porque es de imaginar el trabajo que requiere una actividad como esta, en la que todos hemos tenido que currar para obtener buenos resultados, que por cierto, se han obtenido.
Hablaré ahora de la parte de la Performance, de la que yo formaba parte activamente y la que llamaba más la atención. Situados en el escenario del Salón de Actos, alumnos de P.I. de bachillerato se vistieron de presos judíos. Había chicos y chicas, juntos pero no revueltos. A lo que iba, nuestra indumentaria debía ser propia para el momento y la situación: basándonos en que nos encontrábamos en la década de los cuarenta, en un campo de concentración con condiciones infrahumanas, la ropa elegida fue caracterizada por parecer vieja, a ser posible de rayas.
Aparte de nosotros, con nuestra indumentario y nuestra estrella de judíos en el pecho, en aquel escenario había varios palés sobre los se recreaba la acción y unas mantas con el mismo fin.
Lo importante viene ahora, comentar el ciclo de la exposición. En primer lugar se controló el paso de alumnos por Rosa y Silverio, que elegían a uno de los que entraban y lo calificaban de judío, obligándolo a llevar una estrella judía y a sentarse en un lugar del escenario, con el fin de ambientar. Luego se seguía pasando, observando y escuchando las explicaciones de las diferentes partes que ya he mencionado, hasta llegar al escenario, donde, los prisioneros estábamos durmiendo en estos palés, tapados por mantas y luego, nos despertábamos, viniendo más la hora de comer, en la que todos comíamos de un mismo plato sobre el suelo, lo que se dice supervivencia, vaya. Tras esto, los médicos (otro papel importante) nos formaban para comprobar nuestro estado de salud, y algunos, éramos elegidos para ir a las duchas, donde moriríamos. Otros, se dedicaban a realizar tareas, en este caso, nuestra compañera Judith limpiaba el suelo.
Por todo el circuito se encontraba mi compañero José Juan, representando a Hitler, intentando imponerse a todos los demás para crear una imagen parecida a la de Hitler.
Esto fue lo que realizamos durante las casi tres horas que duró el acto, con este itinerario que se repetía cada, aproximadamente, quince minutos.
Contamos con la visita de casi todos los alumnos del centro y también, la del alcalde de nuestro pueblo, Francisco Carrera, sin duda para nuestra sorpresa.
El fin de todo esto era que todos conocieran lo sucedido en los campos de concentración y el sufrimiento que pasaron tantas personas sin motivo razonable.
Cuando hubo terminado todo, recogimos todo el salón de actos como buenamente se pudo para que pudiera ser utilizado por los demás compañeros del centro.
Tras haber explicado el proceso, viene mi opinión personal sobre todo esto. Pues bien, desde el primer día en que Miguel Roa nos dijo en clase que si nos ofrecíamos voluntarios para representar un campo de concentración vestidos de rayas en el salón de actos dije que no, no estaba dispuesta. Luego, al poco tiempo, la idea se fue puliendo y el tema me llamó la atención.
Me animé a participar, indudablemente, por la repercusión que tiene en la nota, pero, además, porque cuando somos muchos los que participamos en algo, si algo va mal, nos podemos ayudar unos a otros y, además, es algo que no había hecho nunca y no estaba solo, iban mis amigos también.
Ahora no me arrepiento de haber participado pero para ser sincera no creía que esto fuera a funcionar y cuando pensaba que me tenía que vestir delante de tantas personas y “actuar”, por así decirlo, me entraban esas cosquillas por dentro que no eran ni muchísimo menos positivas.
Por cuestiones personales, no me gusta que la gente me mire, y puede sonar egocéntrico pero aunque sabes que no te miran solo y exclusivamente a ti, estás ahí y crees que la única que actúa y va mal vestida eres tú.
Los primeros minutos en los que tuve que hacerme la dormida, despertarme y tal lo pasé fatal, miento, fue peor que fatal. Será cosa de la personalidad, que soy vergonzosa o no sé, pero aparte de las ojeras que llevaba pintadas, seguramente se vieron incrementadas por mi indisposición.
A pesar de todo esto, que pueden parecer comentarios completamente negativos, no lo son, me siento muy, reitero, muy satisfecha de haber tomado parte de algo así, porque después de todo lo que pasamos para montarlo, los nervios que a mi parecer son normales cuando te enfrentas a cosas nuevas y las inseguridades, salió bien y las recompensas, como su nombre bien dice, recompensan todo esfuerzo o vergüenza que pudimos pasar.
Disfruté muchísimo mientras repetíamos la actividad de los campos de concentración, claro está, que pasados los primeros minutos, como ya he dicho.
Esta opinión personal verifica lo que hablé al principio de este artículo, mencionando que todo lo nuevo da miedo y no queremos probarlo por eso mismo, temor. Lo importante viene cuando sabemos canalizar nuestros miedos en algo positivo y arriesgamos, no siempre tienen por qué ser resultados buenos pero en cualquiera de los casos, nos servirá para próximas experiencias en nuestra vida.
Y bueno, esto es todo o espero que lo sea, al menos por hoy. He aquí el testimonio de una de las semanas más ajetreadas que hemos tenido en Proyecto Integrado.
Buenas noches a todos y hasta pronto.

Las impresiones de Antonio Jesús Gómez sobre la Exposición - Performance



¡Y por fin llegó el día tan esperado!.Sensaciones nuevas, nuevas experiencias, nuevas amistades, risas, drama, frío, calor, sed, hambre...
Y saber que todo comenzó con la lectura de un libro...lo que se puede hacer a partir de esta es increible...

Y es que todo comenzó en el primer trimestre cuando Miguel nos asignó el trabajo a nuestro grupo, la performance. A partir de ahí todos nos pusimos manos a la obra, unos más que otros, pero a pesar de ello todo el mundo ha aportado su granito de arena, ya sea nuestro grupo o no. Para todo ello ayudaron personas ajenas de nuestro clase que mostraron su colaboración, ante todo agradecérselo.

Día a día se nos iba ocurriendo una idea nueva, una cosa más que poner en la exposición, una estructura nueva para la organización del Salón de Actos, ya que nuestro grupo estuvo muy compenetrado y nuestro trabajo estaba muy relacionado con el del montaje de la exposición.
A medida que pasaban los días, les íbamos preguntando a los distintos chicos y chicas de los dos bachilleratos por si se querían vestir en la performance, al igual que se le preguntaba si tenían ropa vieja o no que les sirviera para realizar dicha representación.

Al cabo de ir dos días por la tarde al instituto y cogiendo algunas clases para ir montando la exposición, ir ensayando, etc.

El jueves 22 tuvimos un ensayo general, en el cual todos los participantes se encontraban en su sitio, los prisioneros vestidos y Miguel revisando lo que cada cual tenia que hacer o decir.
A la mañana siguiente yo estaba nervioso, ya que no sabía cómo iba a salir la exposición y cómo iba a responder la gente a nuestro trabajo, que tantas horas nos ha llevado.
Desde mi punto de vista, yo a veces estaba agobiado porque no sabía si cada uno estaba en su sitio, si tenían preparado lo que tenían que decir, si todos los que se iban a vestir tenían su ropa, si cada detalle estaba listo, porque a pesar de ello, eran muchos detalles que había que cuidar, como la colocación de las estrellas judías, el maquillaje... y lo principal, que se hiciera cada acción en su correspondiente tiempo y que nadie "metiera la pata".

A las 8 menos 10, aproximadamente, comenzaron a llegar los participantes, cada uno se preparó y se colocó en su sitio y los prisioneros nos vestimos ligeros y nos maquillaron y cada uno a sus puestos porque a las 8 y media comenzaban a llegar los cursos. Todo estaba listo cuando comenzó a llegar el primer curso, nosotros estábamos todos muy nerviosos (o eso creo) y en especial yo que tenía que contar los tiempos y avisar a los médicos, por ejemplo, lo que tenían que hacer y cuándo tenían que hacerlo.

Durante la mañana repetíamos la representación una vez por curso, pero esta consistía en las siguientes partes:

-Durmiendo
-Desperezándose
-La olla con la comida
-Firmes y en fila
-Inspección médica
-Traslado a las cámaras de gas
-De vuelta a las camas

A todo esto, no faltó ni un detalle, las mantas antiguas,los palets simulando las camas, los símbolos nazis, la alambrada, música de fondo...etc.
A todo ello ya comenzó a hacer un poco de calor con la calefacción, y le dijimos a nuestro profesor que la quitara o nos moriríamos de verdad, ya que con las mantas, el pijama, las luces, los nervios...eran varios los factores que influyeron en nosotros.

Los níños estábamos separados de las niñas. Ellas llevaban, generalmente, unas batas y pañuelos en la cabeza, mientras que nosotros llevábamos pantalón y camiseta o mono de trabajo. Algunos eran de rayas, otros estaban sucios...
Y así sucesivamente, hasta que a media mañana Miguel nos dijo que iba a venir el alcalde a ver nuestra exposición, la exposición que nosotros habíamos montado, la cual tenía mucho que ver y comentar. Para ellos os explicó, al comienzo, se encontraba en la puerta dos de nuestros compañeros, que recibían a los cursos, profesores... e iban dejando paso a cada tres personas.

A continuación un panel con diferentes murales informativos y con fotografías, carteles contra la guerra y el nazismo que los alumnos de 4º de ESO, habían realizado en educación plástica y visual, en el centro una gran montaña de sillas amontonadas y tapadas con tela verde que simbolizaba la catástrofe y el caos que ocurrió. Alrededor de este montón de sillas, se encontraban los audiovisuales, me refiero a la proyección de películas que iban relacionadas con el nazismo, y a partir de ahí daba comienzo la exposición de las fotografías, las cuales arriba se encontraban las verdaderas, las que pertenecían a la época del holocausto y abajo la contraria que nosotros realizamos.

En total eran unos 80, aproximadamente.En cada panel, zona de fotos o audiovisual se encontraba un compañero/a nuestro que les explicaba lo que estaban viendo. Antes de finalizar, se realizaba encima del escenario la parte gruesa, digamos, de la performance, y antes de salir de aquel Salón de Actos que por unos momentos se convirtió en una fuente de aprendizaje, les entregaban una Lengua Trapera relacionada con la II Guerra Mundial y el Nazismo. También por todo el Salón se encontraba un compañero nuestro vestido de Hitler, diciendo frases de Hitler en voz alta, y por cierto, gracias a maquillaje, peinado y vestimenta, iba muy conseguido. Retomamos el desarrollo de la mañana. Llegó el alcalde,la delegada de fiestas y el concejal de cultura.

Al principio estábamos muy energéticos y hacíamos las cosas con muchas ganas, pero al cabo de la mañana nos íbamos cansando y en sí, en las últimas representaciones eran las más conseguidas, ya que nuestro cansancio se palpaba en nuestras acciones y en nuestras caras, lo que nos daba más realismo y por un momento nos convertimos en verdaderos prisioneros judíos.
A todo ello, me sorprendió la actitud de todas las personas que participaron, ya que pensé en algún que otro momento que algunos podrían meter la pata, pero no, me equivoqué, todo salió correctamente y nuestro profesor Miguel, al igual que el director y distintos profesores nos felicitaron por el gran trabajo que hicimos, tanto los que estábamos vestidos, como los que explicaban en un minuto, el trabajo que nos había llevado mucho tiempo y dedicación.

Terminó la exposición a las 11 en punto, a partir de ahí a desmontar el Salón de Actos y a recolocarlo todo en su sitio.
Algunos se escaquearon, pero en sí, todo el mundo echó una mano. Yo supervisé que todo quedaba en su sitio, referente al Salón de Actos, a algunos le decía donde se encontraban las cosas que había que poner y a otros simplemente les dije ya está todo terminado. Coloqué los cuadros que se encuentran en la pared izquierda del salón de Actos y todo hay que decirlo, con ayuda de algunos de mis compañeros, que me traían los cuadros y yo buscaban algunas alcayatas que se habían quitado porque molestaban y coloqué todos los cuadros, que tenían un orden y debian de encontrarse así. También ayudé a colocar algunas sillas y a subir la televisión.

En menos de 40 minutos estaba todo recogido y cada cosa puesta en su sitio. En las siguientes clases apenas hicimos nada, ya que el cansancio podía con nosotros, ya que estar 3 horas sentado los palets o tirándote por el suelo, cansa, ya que lo tenía que repetir muchas veces, pero estoy contento de las horas que le he dedicado a este trabajo y de realizar esta performance, ya que ha sido una experiencia muy bonita en mi vida, que me va a costar mucho trabajo olvidar y que se lo podré contar a futuras generaciones. También me he llevado una buena satisfación y estoy orgulloso de haber hecho esto, porque he conocido a gente nueva y me ha ayudado a relacionarme más con las personas de ambos bachilleratos.

En conclusión, una nueva experiencia, aconsejable para todos, nuevas emociones, nuevas amistades y , en general, felicidad y alegría interior.

Y a todos y todas, incluyendome a mi, ¡felicidades por el trabajo que hemos realizado!.